Jinsop Ho O’dirling, cantante surcoreano-estadounidense naturalizado ecuatoriano, dejó una profunda huella en la música nacional con su inolvidable interpretación de “Ven chiquilla, ven”, lanzada en 1973. Este sencillo, compuesto por Gustavo Pacheco y grabado con la orquesta de Héctor “Manito” Bonilla, se convirtió rápidamente en un éxito rotundo que conquistó al público ecuatoriano y posicionó a Jinsop como uno de los artistas más queridos de la época.
De Seúl a Ecuador: los orígenes de Jinsop
Nació en Seúl, Corea del Sur, el 24 de junio de 1955, poco después de la guerra entre las dos Coreas. Fue hijo de Fred O’dirling, diplomático estadounidense que luego trabajó como ingeniero eléctrico en la NASA, y de Myomghui Ho, una mujer coreana. Durante su infancia en Corea, Jinsop sufrió discriminación por ser mestizo, lo que marcó profundamente su carácter.
Posteriormente, la familia vivió un tiempo en Estados Unidos, hasta que el trabajo de su padre los llevó a establecerse en Quito, Ecuador, cuando Jinsop tenía apenas 15 años. Aunque sus padres regresaron luego a EE.UU., él decidió quedarse: le gustó el país y se adaptó rápidamente a su nueva vida. Estudió en la Academia Cotopaxi y en el Colegio Anderson, donde conoció a su esposa Silvia Jarrín, quien le enseñó español usando libros escolares de nivel básico. Con ella tuvo tres hijos: Jinsop Junior, Alexander y David.
Inicios en la música: de Las Hormigas a Los Apóstoles
Aunque al principio no hablaba español, Jinsop aprendió a cantar en el idioma antes de poder sostener una conversación fluida. En 1972, junto a su madre, organizó un festival musical en el que participó como vocalista del grupo Las Hormigas. A pesar de ganar el premio del evento, una controversia estalló porque el público prefería a la banda Los Apóstoles, en la que tocaba el entonces popular Héctor Napolitano. El conflicto terminó con disturbios, quema de la tarima y, poco después, con la detención de Jinsop. Finalmente, los organizadores otorgaron el premio también a Los Apóstoles.
Paradójicamente, Jinsop terminaría integrando esa misma banda, con la cual comenzó a hacerse notar en los escenarios de Guayaquil. Poco después, el productor Gustavo Pacheco lo llevó al sello discográfico Ifesa, donde grabó versiones de Paul Anka, entre otros artistas, y lanzó su primer sencillo “Puppy Love”, que escaló rápidamente en las listas radiales. Así inició su carrera como solista.
“Ven chiquilla, ven”: la canción que lo inmortalizó
En 1973, con apenas 18 años, Jinsop grabó su tema más recordado: “Ven chiquilla, ven”, una balada pop romántica compuesta por Gustavo Pacheco y acompañada por la orquesta de Héctor Bonilla. La canción fue incluida en el álbum Mi Oración y logró ventas extraordinarias para la época: más de 200 mil copias en formato 45 RPM.

Curiosidades del tema:
- Se convirtió en su primer gran éxito nacional, sonando en radios de todo el país.
- Mezclaba el pop juvenil con una interpretación emotiva que encantó a una generación.
- A pesar de su acento extranjero, o quizás gracias a él, la voz de Jinsop transmitía una autenticidad conmovedora.
- La canción aún es recordada y cantada como uno de los himnos románticos de los años 70 en Ecuador.
Últimos años y legado

Jinsop se mantuvo activo en la música durante varias décadas, participando en eventos nostálgicos y explorando distintos géneros. Poco antes de su muerte, planeaba una gira por Estados Unidos junto a otros artistas como Boddega y Silvana, bajo el nombre “La Noche del Recuerdo”. La gira, organizada por Gustavo Pacheco, incluía presentaciones en Nueva York, Los Ángeles, Washington y Chicago.
Tres meses antes de su fallecimiento, se había trasladado a Ayangue, en la provincia de Santa Elena, buscando mejorar su salud respiratoria. Sin embargo, el domingo 24 de junio de 2012, el mismo día de su cumpleaños número 57, fue hallado sin vida en su domicilio. La causa fue un paro cardiorrespiratorio. A las 03:50 a.m. de ese día, su amigo Arturo Cisneros recibió una llamada perdida suya. Horas después, su hijo Alexander lo encontró sin signos vitales tras regresar de hacer compras.
El cantante fue sepultado el martes 26 de junio en el Cementerio General de Guayaquil. Su partida causó gran pesar entre sus seguidores, y en su velorio, más de 200 personas se reunieron para cantar sus canciones como homenaje.
Entre sus temas más recordados se encuentran “Ven chiquilla, ven”, “Campos verdes”, “Enciende mi corazón”, “Mi oración” y “Estrellita solitaria”, todos parte del legado musical que dejó como uno de los artistas más entrañables de Ecuador.
Un homenaje necesario
A más de una década de su partida, Jinsop sigue siendo símbolo de integración, talento y sensibilidad. Su historia es única: la de un joven coreano que encontró en el Ecuador una patria y una audiencia que lo amó incondicionalmente.
Desde Huellas Musicales de ECURAICES, lo recordamos como el artista que nos enseñó que la música no necesita traducción cuando se canta con el corazón.